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Myke Towers presenta su álbum Island Boyz
Un álbum que no busca encajar en ningún molde, sino construir su propio lenguaje.
Por:Myke Towers presenta Island Boyz, un álbum que no busca encajar en ningún molde, sino construir su propio lenguaje. Con 23 temas que mezclan reggaetón, dancehall, dembow, R&B latino y afrobeats, este nuevo trabajo reafirma su dominio sobre el sonido urbano global y abre una ventana hacia un artista en plena reinvención.
Island Boyz es, ante todo, una declaración de identidad. El álbum pone en el centro su raíz isleña —no solo como puertorriqueño, sino como creador caribeño con una mirada amplia y sin miedo al riesgo—. Desde la introspección de “Expectativas”, pasando por la potencia radial de “Soleao” junto a Quevedo —la canción más importante en la radio de España y una de las candidatas al hit del verano en EE. UU. y Puerto Rico—, hasta temas como “No Hay Break” con Omah Lay o “No Quiere Flores” con Gabito Ballesteros, el proyecto conecta distintos mundos sin perder cohesión
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappEl disco abre con “La Despedida”, una colaboración con DFZM que marca el tono emocional y narrativo del álbum con una sensibilidad cruda y directa. Otro punto alto es “Surferita”, junto a iZaak, una canción que mezcla el ritmo del ska con la tuba mexicana, creando un sonido fresco, inesperado y profundamente caribeño. “Tengo Celos”, incluido en el tracklist de Island Boyz, es el focus single del álbum y promete ser la canción más importante de la radio en los próximos meses. El videoclip oficial, también disponible desde hoy, ha sido dirigido por Daniel Eguren, con dirección creativa de Pol Gago Guilera y César Laboy, de Vampire Studio, y producido por Vampire Films. “La idea era que sonara al lugar de donde vengo, pero también a lo que estoy viviendo ahora. Island Boyz es lo más real que he hecho hasta hoy”, comentó Myke Towers sobre el proceso detrás del disco. La lista de colaboradores —Quevedo, De La Ghetto, Gabito Ballesteros, Manuel Turizo, Omah Lay, Ludmilla, DFZM e Izaak— no responde a fórmulas, sino a afinidades artísticas que amplifican la visión del álbum. Cada participación suma matices sin desdibujar la narrativa que recorre el proyecto: una mezcla entre vulnerabilidad, celebración y evolución artística.